domingo, 11 de mayo de 2014

Los Padres y Madres Narcisistas

Lo que sigue son los conceptos, traducidos del inglés al español, que Sam Vaknin, el autor de " Maligno amor a uno mismo-Narcisismo Revisado"ha vertido al respecto.

Los padres y madres narcisistas tratan a sus hijos como extensiones (de sí mismos) o meros instrumentos de gratificación. Desconocen los límites del niño y son, por lo tanto, abusivos.
Los padres narcisistas controlan y chantajean emocionalmente a sus vástagos y les instilan culpa, vergüenza y co-dependencia.

Pregunta: ¿Cuales son los efectos que los padres narcisistas tienen en sus vástagos?

Respuesta: A riesgo de simplificar: el narcisismo tiende a criar narcisistas, pero solo una minoría de los hijos de padres narcisistas se transforma en narcisista a su vez. Esto puede deberse a predisposiciones genéticas o a diferentes circunstancias de vida (como no ser el primer hijo, por ejemplo). Pero la MAYORÍA de los narcisistas tienen uno o más padres y/o cuidadores narcisistas.

El padre o la madre narcisista considera a su hijo como una multifacética fuente de Provisión Narcisista. El hijo es considerado y tratado como una extensión del narcisista. Es a través del niño que el narcisista busca conseguir"metas" en el mundo. Se supone que el niño debe cumplir los sueños no realizados, los deseos y fantasías de su progenitor narcisista.

Esta "vida por proximidad" (life by proxy) puede desarrollarse en dos formas: el narcisista puede fundirse con el niño o puede mostrarse ambivalente con respecto a él. La ambivalencia es el resultado de un conflicto entre el deseo del narcisista de alcanzar sus metas narcisistas a través del niño y su patológica (destructiva) envidia del niño y sus logros. 

Para aminorar esta difícil crianza con esta ambivalencia emocional, el progenitor narcisista recurre a una miríada de mecanismos de control. Estos pueden ser agrupados entre: orientados a la culpa ("Yo sacrifiqué mi vida por tí"), co-dependientes (" Te necesito, no puedo hacer esto sin tí"), orientados a metas (" Tenemos una meta en común , la cual podemos y vamos a cumplir"), psicosis compartida o incesto emocional (" Tú y yo estamos unidos contra todo el mundo, o al menos contra tu monstruoso, bueno-para-nada padre"..."Tú eres mi único y verdadero amor y mi pasión") y explícitos (" Si no obedeces mis principios, creencias, ideología, religión, valores, si no obedeces mis instrucciones, te voy a castigar"). 

Como observó Lidija Rangelosvka, el padre o madre narcisista a menudo se refiere a sí mismo/a como un/a mártir y usa su supuesto "sufrimiento" como moneda, como modo de comunicación, un principio explicativo y organizativo, el cual dota a la vida de los padres, y de sus seres cercanos, de significado, dirección, mensaje y misión. Ser introducido en el drama del narcisista es un privilegio, un honor, una iniciación, y el verdadero símbolo de la intimidad. 

El sentimiento de culpa inducido por el progenitor narcisista no está limitado en el tiempo porque no está ligado a ninguna acción específica del "perpetrador"; esta dirigido a proveer "compensación" que nunca termina; y no está diseñado para restaurar la relación, o para la rehabilitación del "ofensor". Es una herramienta de control y un instrumento de manipulación: se entiende que el "culpable" debe sentirse culpable por el mero hecho de existir y por el tiempo que exista.  

Este ejercicio de control ayuda a sostener la ilusión de que el niño es parte del narcisista. Pero mantener la ilustión requiere extraordinarios niveles de control (por parte del progenitor) y de obediencia ( por parte del hijo). La relación es típicamente simbiótica y emocionalmente turbulenta. 

El niño cumple otra importante función-brindar Provisión Narcisista. No se niega la implícita (aunque imaginaria) inmortalidad que se desprende de tener un hijo. La temprana (natural) dependencia del niño de sus cuidadores sirve para calmar el miedo de estos al abandono. 

El narcisista trata de perpetuar esta dependencia, utilizando los arriba mencionados mecanismos de control. El niño es la máxima Fuente Secundaria de Provisión Narcisista. Siempre está presente, admira al narcisista, es testigo de los momentos de triunfo y grandeza del narcisista. 

Debido a su deseo de ser amado, puede ser exhortado a dar continuamente. Para el narcisista, un hijo es un sueño hecho realidad, pero solo en el sentido más egoísta. Cuando el niño es percibido como "renegando" de su principal obligación (proveer a su padre o madre narcisista con atención constante) la reacción emocional del progenitor es dura y reveladora. 

Es cuando el progenitor narcisista está desencantado con su hijo que vemos la verdadera naturaleza de esta relación patológica. El niño está totalmente objetivizado. El narcisista reacciona a esta brecha en este contrato no escrito con manantiales de agresión y agresivas transformaciones: desprecio, rabia, abuso emocional y psicológico, e incluso violencia física. Trata de aniquilar al "desobediente" niño real y substituirlo con la subordinada, edificante, anterior versión. 

Entrevista concedida a Samantha Cleaver de YourTango.com

Pregunta: ¿Cuáles son formas comunes en que el narcisismo de una madre puede afectar las relaciones de su hija?

Respuesta: Depende de cuán narcisista sea la madre. Los progenitores narcisistas fallan en reconocer los límites y la autonomía personal de sus retoños. Los tratan como instrumentos de gratificación o extensiones de ellos mismos. Su amor es condicionado al "desempeño" de sus hijos y a cuán bien abastecen las necesidades, deseos y prioridades del padre o madre. 

Consecuentemente, los padres narcisistas oscilan entre el pegajoso chantaje emocional, cuando buscan la atención, adulación y adhesión del hijo (conocido como "provisión narcisista") y fría devaluación y "tratamiento silencioso" cuando buscan castigar al hijo por cruzar la raya.

Esa inconstancia e impredictabilidad vuelve al hijo inseguro y co-dependiente. Cuando se encuentran en relaciones siendo ya adultos, estos hijos sienten que tienen que "ganar" cada bocado de amor, que van a ser instantanea y fácilmente abandonados si "se comportan por debajo de las expectativas "; que su rol principal es "cuidar" de su cónyuge, compañero/a, o amigo, y que ellos son menos importantes, menos dotados, con menos habilidades o que merecen menos que su pareja. 

Pregunta: ¿Cuáles son las principales preocupaciones cuando las hijas de madres narcisistas comienzan una relación de pareja? ¿Cuándo sus relaciones pasan a la siguiente etapa? ¿Cuándo terminan?

Respuesta: Los hijos de padres narcisistas están mal adaptados a la vida; su personalidad es rígida y tienden a desplegar mecanismo de defensa psicológicos. Consecuente, muestran los mismos comportamientos a lo largo de la relación, desde el prinicpio hasta el final, independientemente de las cambiantes circunstancias.

Siendo adultos, los retoños de padres narcisistas tienden a perpetuar la patológica relación primaria (que tuvieron con sus padres). Dependen de otras personas para su gratificación emocional y el desempeño del Ego o de funciones cotidianas. Son necesitados, demandantes y sumisos. Temen el abandono, se aferran y despliegan comportamientos inmaduros en su esfuerzo por mantener la "relación" con su compañero, de quien dependen. No importa qué abuso se les inflige-permanecen en la relación. Al prestarse ansiosamente al papel de víctimas, los co-dependientes buscan controlar a sus maltratadores. 

Algunos de ellos terminan siendo narcisistas invertidos. 

También llamados narcisistas encubiertos, son co-dependientes que dependen exclusivamente de narcisistas (co-dependencia del narcisismo). Si usted está viviendo con un narcisista, tiene una relación con uno de ellos, si está casado con uno de ellos, si está trabajando con uno de ellos, etc-eso NO significa que usted sea un narcisista invertido. 

Para "calificar" como un narcisista invertido, usted debe antojar tener una relación con un narcisista, sin importar qué tipo de abuso él o ella le haya infligido. Usted debe ACTIVAMENTE buscar relaciones con narcisistas y SOLO con narcisistas, sin importar sus (amargas y traumáticas) pasadas experiencias. Usted debe sentirse VACÍO e INFELIZ en relaciones con cualquier otro tipo de personas. Solo entonces, y si usted satisface los otros criterios diagnósticos del Desorden de Personalidad Dependiente, puede ser calificado como un "narcisista invertido". 

Una pequeña minoría termina siendo contra-dependiente y narcisista, emulando e imitando las características y conductas de sus padres. Las emociones y necesidades de estos hijos de narcisistas están enterradas bajo tejido cicatrizado, que se ha formado, fusionado, y endurecido durante años de una u otra forma de abuso. Grandiosidad, un sentido de derecho, falta de empatía, y una presuntuosa soberbia usualmente esconden una inseguridad que corroe y un fluctuante sentido del valor personal.

Los contradependientes son contumaces (rechazan y desprecian a la autoridad), ferozmente independientes, controladores, egocéntricos, y agresivos. Temen a la intimidad y están encerrados en ciclos de aproximación dubitativa seguidos por ciclos donde evitan el compromiso. Son "lobos solitarios" y malos jugadores en equipo. 

La contra-dependencia es una formación reactiva. El contradependiente teme sus propias debilidades. Busca vencerlas proyectando una imagen de omnipotencia, omnisciencia, éxito, auto-suficiencia, y superioridad.

Pregunta: ¿Cómo interfieren( o se involucran) las madres narcisistas en la vida amorosa de sus hijas? ¿Cómo se compara su actitud con la de las madres típicas?

Respuesta: La madre narcisista es una fanática del control (control freak) y no renuncia fácilmente a las buenas y confiables fuentes de "provisión narcisista" (admiración, adulación, atención de cualquier tipo). Es el rol de sus hijos reponer esa fuente, los hijos se lo deben a ella. Para asegurarse de que el hijo o hija no desarrolle límites, y no se vuelva independiente o autonómo/a el padre o madre narcisista hace microgerenciamiento de la vida del hijo y alienta comportamientos dependientes e infantiles en su vástago.

Ese tipo de padre soborna al hijo/a (ofreciéndole alojamiento gratuito o ayuda financiera o ayuda en las tareas cotidianas) o lo chantajea emocionalmente (pidiéndole constantemente ayuda, e imponiéndole tareas, alegando estar físicamente enfermo o discapacitado) o incluso amenazándolo (por ejemplo, desheredarla si no acepta los deseos de su progenitor). También hace lo más que puede para espantar a cualquiera que pueda interferir en esta relación simbiótica o que de otro modo amenace el delicado, implícito contrato. Sabotea con mentiras, engaños y desdén cualquier relación de compañerismo o amistad que su hijo/a pueda desarrollar con otros. 

Pregunta: ¿Hay alguna estadística que usted conozca y que pueda echar alguna luz acerca de cuántas personas están lidiando ya sea con narcisismo o con un padre o madre narcisista?

Respuesta: De acuerdo al DSM-IV-TR (Manual de Diagnóstico y Estadísticas - IV TR) el Desorden de Personalidad Narcisista (DPN) es diagnosticado en alrededor de 2% al 16% de la población en contexto clínico (entre el 0.5% y el 1% de la población general). El DSM-IV-TR procede a indicarnos que la mayoría de los narcisistas (50-75% de los pacientes diagnosticados) son hombres.


"La tasa de prevalencia de DPN durante la vida es de aproximadamente 0.5-1%; de todos modos, la prevalencia estimada en ambientes clínicos es de 2-16 por ciento. Casi el 75 por ciento de los individuos diagnosticados con DPN es masculino (APA, DSM IV - TR 2000)."

    Del extracto de Evaluación psicoterapéutica y tratamiento del Trastorno Narcisista de la Personalidad por Robert C. Schwartz, Ph.D., DAPA y Shannon D. Smith, Ph.D., DAPA (American Psychotherapy Association, Article #3004 Annals July/August 2002)


    Aviso de copyright

    Este material está registradoSe permite el uso gratuito y sin restricciones de forma no comercial.
    El nombre del autor, Sam Vaknin,  y un enlace a este sitio web deben ser incorporados en cualquier tipo de reproducción de los materiales para cualquier uso y por cualquier medio.





    lunes, 5 de mayo de 2014

    Cómo identificar a un Maltratador

    Comentario Importante:

    La mayoría de los maltratadores (abusadores) son hombres. Así y todo, algunos son mujeres. Utilizamos los pronombres y adjetivos para designar a ambos sexos: masculino y femenino según sea el caso.

    Lo que sigue son los conceptos, traducidos del inglés al español, que Sam Vaknin, el autor de " Maligno amor a uno mismo-Narcisismo Revisado"ha vertido al respecto.

    ¿Hay algo que se puede hacer para evitar maltratadores y narcisistas desde el comienzo? ¿Existen signos de alarma, marcas identificatorias, reglas de oro que nos protejan de la experiencia traumática y desoladora de una relación abusiva?

    Imagine una primera o segunda cita. Usted puede decir si él o ella es un posible maltratador. Aquí está el cómo:

    Quizás, el primer signo que delata a un maltratador es que sus defensas son aloplásticas - su tendencia a culpar de cada error suyo, de cada falla o percance, a otros, o al mundo en su conjunto. Esté atenta/o: ¿asume la responsabilidad? ¿Admite sus fallas y errores de cálculo? ¿O continúa culpándola/o a usted, al taxista, al camarero, al tiempo, al gobierno, o a la fortuna por sus errores?

    ¿Es hipersensible, trata de pelear, se siente constantemente aludido, injuriado e insultado? ¿Hace constantes arengas? ¿Trata a los animales o a los niños de manera impaciente o cruel y expresa emociones negativas y agresivas hacia los débiles, los pobres, los necesitados, los sentimentales, o los discapacitados? ¿Confiesa haber tenido una historia de golpizas o comportamientos ofensivos o violentos? ¿Es su lenguaje vulgar, y lleno de epítetos, amenazas y hostilidad?

    Próximo punto: ¿Es demasiado apremiante? ¿Le pide que se case con él a la segunda vez de salir juntos? ¿Está planeando tener hijos en la primera cita? ¿Le califica automáticamente como el amor de su vida? ¿Le presiona a usted por exclusividad, intimidad instantánea, casi la viola y actúa celoso cuando a lo sumo usted echa una mirada a alguien del sexo masculino? ¿Le informa que, una vez que estén en pareja, usted debería abandonar sus estudios o renunciar a su trabajo (desprenderse de su independencia, de su autonomía)?

    ¿Respeta sus límites y su privacidad? ¿Ignora sus deseos (por ejemplo, eligiendo del menú, o seleccionando una película sin consultarla)? ¿Le falta el respeto a sus límites y le trata como a un objeto o a un instrumento gratificante (se materializa en su puerta inesperadamente o le llama a menudo antes de su cita)?  ¿Hurga en sus cosas mientras espera hasta que usted esté lista para salir? ¿Le envía mensajes de texto o la llama múltiples veces e incesantemente e insiste en saber dónde está o dónde ha estado en todo momento?

    ¿Controla la situación, y a usted, compulsivamente? ¿Insiste en viajar en el auto de él, en sujetar las llaves, las entradas para el teatro, e incluso el bolso suyo? ¿Desaprueba que usted se aleje por mucho tiempo de él (por ejemplo, cuando usted va al baño de mujeres? ¿La interroga cuando usted vuelve ("¿has visto a alguien interesante?") o hace bromas o comentarios obscenos? ¿Deja entrever que, en el futuro, usted necesitará su permiso para hacer cosas - aunque sean inocuas como encontrarse con un/a amigo/a o visitar a su familia? ¿Insiste en un "código de vestimenta"?

    ¿Actúa de manera protectora y condescendiente y la critica a menudo? ¿Enfatiza sus más mínimas fallas (la devalúa) al mismo tiempo que exagera sus talentos, características y habilidades (la idealiza)? Le pone motes, la acosa o la ridiculiza? ¿Sus expectativas para con usted, él mismo, la floreciente relación, y la vida en general, son irrealistas?

    ¿Le dice constantemente que usted "lo hace sentir bien"? No se deje impresionar. A continuación, puede llegar a decirle que usted "lo hace" sentir mal, o que lo hace sentir violento, o que usted lo "provoca". "¡Mira lo que me has hecho hacer!" es el ubicuo eslogan de un maltratador.

    ¿Encuentra excitante el sexo sádico? ¿Tiene fantasías de violación o pedofilia? ¿Es demasiado enérgico con usted dentro y fuera de la relación sexual? ¿Le gusta lastimarla físicamente, o lo encuentra divertido? ¿La maltrata verbalmente, la maldice, menosprecia, la llama con diminutivos inapropiados o desagradables, o la critica persistentemente? ¿La golpea o la cachetea o la maltrata físicamente de algún otro modo? ¿Cambia entonces y se vuelve edulcorado y "amoroso", se disculpa profusamente y le compra regalos?

    Si usted ha contestado "sí" a cualquiera de las preguntas anteriores - ¡aléjese! Él es un maltratador.

    Además, también está el lenguaje corporal del maltratador. Abarca una serie inequívoca de sutiles -pero discernibles- signos de alarma. Preste atención a la manera en que su acompañante se comporta ¡y ahórrese un montón de problemas!



    A continuación, una entrevista brindada a Jessica Linnell, escritora, por el autor, Sam Vaknin.

    1. ¿Cómo pueden las personas divorciadas, hombres o mujeres, saber cuándo están preparados para volver a entablar una relación amorosa? ¿Hay algo así como un período de tiempo estándar que uno debería esperar o debería basarse en cuán lejos uno está en el período de sanación (emocional)? ¿Cuán pronto es demasiado pronto para volver a tener una relación seria?


    R: Existe un delicado balance que debe ser mantenido entre la necesidad de procesar el trauma del divorcio (recuperar y sanar) y la necesidad de mantener las habilidades interpersonales esenciales para relacionarse sentimentalmente y, más tarde, crear vínculos y formar pareja. El mayor problema puede ser la suspensión temporaria de la habilidad para confiar, para abrirse a otros de nuevo, para mostrarse de nuevo vulnerable emocionalmente, y para reciprocar. El dolor del divorcio es tan enorme, y tan devastador que las defensas narcisistas aparecen y el nuevo divorciado es a menudo incapaz de empatizar y de actuar desinteresadamente con potenciales compañeros. Mi consejo es escuchar a la voz interior. Usted sabe lo que es mejor para usted. No se deje coercionar, encasillar, ni empujar prematuramente a entablar relaciones sentimentales. Usted va a saber cuando esté preparado/a.

    2.¿Qué pueden hacer los recientemente divorciados para prepararse a entablar nuevas relaciones sentimentales?

    R. Lo más importante es aprender a desarrollar la confianza necesaria a pesar de la horrorosa experiencia del divorcio y sus a menudo feas consecuencias.

    Usted tiene que saber en QUIÉN confiar, tiene que aprender CÓMO confiar y tiene que saber CÓMO CONFIRMAR la existencia de confianza mutua y funcional.

    La gente a menudo desilusiona y no es digna de confianza. Algunas personas actúan arbitrariamente, traicioneramente y de manera ladina, o peor aún, descortésmente. Usted tiene que seleccionar los blancos de su confianza cuidadosamente. Aquel que tenga mayor intereses en común con usted, el que haya invertido (emocionalmente) en usted a largo plazo, quien es incapaz de quebrar su confianza ("una buena persona"), que no tendría demasiado que ganar en traicionarla/o - no es probable que la/o engañe. Estas son las personas en que usted puede confiar.

    Usted no debería confiar indiscriminadamenteNadie es completamente confiable en todos los aspectos. Habitualmente, nuestras desilusiones brotan de nuestra inhabilidad para separar un área de vida de otra. Una persona puede ser sexualmente leal - pero fundamentalmente peligrosa cuando se trata de dinero (por ejemplo, un jugador). O un buen padre, confiable - pero un mujeriego.

    Usted puede confiar en alguien para llevar a cabo algunos tipos de actividades- pero no otras, porque son más complicadas, más aburridas, o no se condicen con sus valores. No deberíamos confiar con reservas - esta es la clase de "confianza" que es común en los negocios y entre criminales y su fuente es racional. La Teoría del Juego en matemáticas maneja cuestiones de confianza calculada. Deberíamos confiar plenamente pero saber en quién depositar esa confianza. Entonces, raramente seremos engañados.

    Opuestamente a la opinión popular, la confianza debe ser puesta a prueba, de lo contrario se estanca, se vuelve rancia. Todos somos un poco paranoicos. El mundo alrededor nuestro es tan complejo, tan inexplicable, tan abrumador - que encontramos refugio en la invención de fuerzas superiores. Algunas fuerzas son benignas (Dios) - algunas arbitrariamente conspirativas en naturaleza. Tiene que haber una explicación, sentimos, a todas estas increíbles coincidencias, a nuestra existencia, a los eventos a nuestro alrededor.

    Esta tendencia a introducir poderes externos y motivos ulteriores dentro de nuestra realidad permea también las relaciones humanas. Gradualmente nos volvemos suspicaces, inadvertidamente a la caza de pistas sobre infidelidad o cosas aún peores, masoquísticamente aliviados, aún felices, cuando encontramos alguna.

    Cuanto más a menudo testeamos la confianza que hemos establecido, más fuerte nuestro cerebro orientado a patrones la abraza. Constantemente en un precario balance, nuestro cerebro necesita y devora esos refuerzos. Tales pruebas, tales testeos, no deberían ser explícitos sino circunstanciales.

    Su esposo podría fácilmente haber tenido una amante o su socio podría haber desaparecido dinero - y sin embargo, no lo hicieron. Pasaron la prueba. Resistieron la tentación ofrecida a ellos por las circunstancias.

    La confianza está basada en la habilidad de predecir el futuro. No es tanto el acto mismo de la traición a lo que reaccionamos - como al sentimiento de que las bases mismas de nuestro mundo se están desintegrando, de que ya no es seguro porque ya no es predecible. Estamos en la agonía de la muerte de una teoría - y el nacimiento de otra, todavía no comprobada.

    Existe también otra importante lección: cualquiera sea el acto de traición (con la excepción de graves actos físicamente criminales) - es frecuentemente limitado, reducido, y trivial. Naturalmente, tendemos a exagerar la importancia del evento. Esto sirve un doble propósito: indirectamente esto nos agranda. Si somos dignos de una traición mayor, sin precedentes, nunca antes escuchada - debemos ser únicos y valer la pena. La magnitud de la traición se refleja en nosotros y restablece el frágil equilibrio de poderes entre nosotros y el universo.

    El segundo propósito de exagerar el acto de perfidia es simplemente ganar simpatía y empatía - principalmente de nosotros mismos, pero también de otros. Las catástrofes están a la orden del día en el mundo de hoy y es difícil provocar en alguien el deseo de considerar tu catástrofe personal como algo excepcional.

    Amplificar el evento tiene, entonces, algunos propósitos utilitarios. Pero, al final, la mentira emocional envenena la circulación del mentiroso. Poner el hecho en perspectiva lleva al comienzo del largo proceso de sanación emocional. Ninguna traición estrella el mundo irreversiblemente, ni elimina otras posibilidades, oportunidades, chances ni personas. El tiempo pasa, la gente se encuentra y se va, los amantes pelean y hacen el amor, nuestros seres queridos viven y mueren. Es la esencia del tiempo que nos reduce a todos al polvo más fino. Nuestra única arma - aunque cruda e inocente - contra este proceso imparable, es confiar los unos en los otros.

    3. ¿Cuáles son los pros y contras de los servicios de citas en línea (on line dating)?

    R. La única razón y justificación para tener citas en línea es si usted no tiene acceso a lugares donde poder conocer gente  "real" cara a cara, en vez de meros avatares. Las citas en línea son un desastre esperando a ocurrir. Para empezar, es inseguro desde el momento en que no hay posibilidad de establecer la identidad de su interlocutor. También deniega el acceso a información crítica, tal como el lenguaje corporal de su posible pareja; los patrones de sus interacciones sociales; su comportamiento en circunstancias y condiciones inesperadas; sus reacciones no escritas; incluso cómo huele y cómo se ve realmente, cómo se viste y conduce en público y en privado. Frecuentemente en las citas en línea, los pretendientes se usan entre sí como pantallas en blanco donde proyectan sueños, deseos, y necesidades y anhelos insatisfechos. Están condenados a ser desilusionados cuando el empujón dentro de la línea se convierte en empujón fuera de ella.

    4. Además de la citas en línea, ¿dónde pueden los adultos divorciados conocer gente nueva (especialmente aquellos que no van a bares para tal fin)?

    R. Los adultos divorciados están rodeados de potenciales compañeros: en el trabajo, en la calle, en el elevador, al lado de los semáforos, comprando el diario, empujando un carro de compras en el mercado.  El problema es de mentalidad, no de oportunidad. Los recientemente divorciados se encuentran en tal agonía que muchos de ellos se retiran y "bloquean" nueva información, potenciales y posibilidades. De forma adicional, sus defensas narcisistas aparecen y los hacen sentirse merecedores de "algo o alguien mejor". Se vuelven minuciosamente selectivos, planteando demandas poco realistas, y someten a la gente que han conocido recientemente a una batería de pruebas destinadas a fallar. Es como que ellos mismos castigan a sus candidatos a compañeros y a sus posibles parejas y esposos por los pecados y el comportamiento abusivo y el maltrato a los que los sometieron sus ex.

    5. ¿Cómo deberían los padres explicar a sus hijos que están comenzando a salir de nuevo? ¿Qué consejo les daría a los padres que tienen niños pequeños? ¿Qué deberían hacer los padres si a sus hijos no les gusta la persona con la que están saliendo?

    R. Depende de: (1) Si el divorcio fue consensuado y amigable o feo y devastador. (2) Quién es percibido por el niño como la "parte culpable". (3) Cuál es la edad de los niños. (4) Si uno de los padres o los dos usan al niño para reprochar, atormentar y castigar a su contraparte. El progenitor debería explicar al niño sus necesidades emocionales. No debería pedir o suplicar al niño por permiso, ni ponerse en el lugar de igual o "compañero" del niño. Simplemente debería compartir con el chico lo que sucede. El niño debería ser totalmente informado en todo momento de desarrollos que puedan afectarlo, como una cita que se está transformando en algo más serio y que pueda alterar la vida o los acuerdos de custodia entre padres, por ejemplo. El progenitor debería hacer claras sus prioridades y, en la medida de lo posible, fomentar el sentido de seguridad, de estabilidad emocional, y la certeza de que es amado, del niño. Pero el niño no debería tener poder de veto sobre las predilecciones, elecciones, y en última instancia, decisiones, de sus padres.

    6. ¿Qué banderas rojas o signos de alarma deberían tener en cuenta los que de nuevo están solteros? ¿Qué consejos les daría sobre primeras citas (por ejemplo, a dónde ir, qué hacer, cuánto decir acerca de las relaciones previas, cuánta información personal compartir, etc)?

    R. Ver el artículo detallado más arriba.

    7. ¿Cuándo se debería romper una relación? ¿Cómo saber si la relación no está yendo a ninguna parte o si podría convertirse en una mala situación?

    R. Esa respuesta es fácil: cuando se es profundamente infeliz, y también cuando se es incapaz de esperar o creer que las cosas pueden cambiar, sin importar lo que uno haga o cuánto haya invertido en la relación. Es esencial mantener un diálogo permanente y honesto con uno mismo y permitir que la voz interior nos guíe, ya que indudablemente, sabe lo que es mejor para nosotros.

    8. ¿Cómo difiere el salir para los diferentes grupos de edad (por ejemplo, una persona de veinte y tantos recién divorciada de una persona de cincuenta y tantos en la misma condición)?

    R. La mecánica es la misma, pero las expectativas son diferentes. La persona de veinte y tantos recién divorciada probablemente esté todavía buscando un compañero con quién formar una familia como primera prioridad. Sus contrapartes que se hallan en los cincuenta y tantos están más preocupadas por la compañía, crecimiento personal, y temas relacionados con la edad madura y la seguridad. Consecuentemente, estos dos grupos etarios van a estar focalizados en diferentes perfiles de posibles compañeros.

    9. ¿Qué cualidades o características deberían buscar los nuevos solteros en un nuevo compañero? ¿Está bien buscar ahora al Sr. Perfecto o a la Srta. Perfecta? ¿Cómo deberían saber si han encontrado alguien a quien conservar?

    R. "¿Por qué cualidades en un hombre" preguntó el joven "lo ama más ardientemente una mujer?"
         " Por aquellas cualidades en él" replicó el viejo tutor " por las cuales su propia madre lo odia tanto".

           (Un libro sin título, de George Jean Nathan, 1918)

    Las mujeres buscan estas cualidades en un hombre: 1. Buen juicio; 2. Inteligencia; 3. Fidelidad; 4. Comportamiento afectuoso; 5. Responsabilidad financiera.

    Los hombres parecen privilegiar las siguientes cualidades en una mujer: 1. Atracción física y disponibilidad sexual; 2. Buena disposición; 3. Fidelidad; 4. Afecto protector; 5. Confiabilidad.

    La fatuidad del Sr. o la Srta. Perfectos, común en Occidente, es contraproducente y narcisista. El engaño romántico de que existe, en algún lado, una pareja perfecta, un alma gemela, un gemelo idéntico perdido, lleva a la parálisis, porque seguimos buscando al mejor en vez de aprovechar al bueno. Es lo óptimo lo que deberíamos buscar, no lo máximo ilusorio. Salir y encontrar una pareja es el arte del compromiso: de dejar pasar sus pequeños defectos y deficiencias en orden de poder aprovechar los rasgos y cualidades buenas de ese posible compañero.

    10. ¿Cuál es su consejo acerca de tener amigos con beneficios y porqué?

    R. No hay nada malo en relaciones cortas, intermitentes, y menos comprometidas que involucran gratificación sexual tanto como compañía. Provee un oasis de muy necesitada calma entre relaciones más demandantes, serias, y a veces costosas. Mientras no se convierta en un patrón predominante y permanente, debería ser considerada una adición bienvenida al arsenal emocional y psicosexual de solteros y divorciados.

    11. ¿Cuál es su consejo para la gente que todavía se sigue viendo con su ex? ¿Deberían cortar ese vínculo o tratar de hacerlo funcionar de nuevo? ¿Porqué o porqué no? ¿Cómo deberían tratar el tema con su ex?

    R. Depende en gran medida de quién es el ex. Terminar una relación es como una enfermedad para el cuerpo: no tiene porqué ser terminal. Algunas parejas convalecen, restablecen su vínculo y lo reafirman. Pero si el/la ex es narcisista, psicópata o paranoico/a engancharse de nuevo puede no ser una buena idea. Los desórdenes de personalidad tienden a penetrarlo todo y son intratables. Mejor mantenerse lejos y evitar la trampa de la fantasía de rescate y el optimismo maligno.

    No se puede cambiar a la gente, no en el sentido real, profundo. Solo se puede adaptarlos a uno y uno adaptarse a ellos. Si usted encuentra a su narcisista recompensándolo/a de tiempo en tiempo haga esto:

       1.   Determine sus límites. Cuánto y en qué maneras usted se puede adaptar a él/ella (por ejemplo, aceptarlo/a TAL CUAL ES) y hasta qué punto y en qué maneras le gustaría que se adapte a usted   (por ejemplo, que lo/a acepte tal cual es). Actúe de acuerdo a eso. Acepte lo que ha decidido aceptar y rechace el resto. Cambie en usted lo que usted siente ganas y es capaz de cambiar - e ignore el   resto. Estipule un contrato no escrito de coexistencia (puede ser escrito si se siente inclinado/a a hacerlo de manera formal).

       2.   Trate de expandir el número de veces en que "...sus murallas están bajas...", en que usted lo/la "...encuentra totalmente fascinante y todo lo que yo deseo..." ¿Qué lo/la hace ser y comportarse de esta manera? ¿Es algo que usted dice o hace? ¿Está precedido por eventos de alguna naturaleza específica? ¿Hay algo que usted puede hacer para que se comporte de esta manera más a menudo?

    Sin embargo, recuerde que:

    A veces confundimos culpa y culpa auto-asumida con amor.

    Cometer suicidio para resguardar a otro no es amor.

    Sacrificar el propio ser por otra persona no es amor.

    Es dominación, codependencia, y contra-dependencia.

    Usted controla a su narcisista mediante el hecho de darle, y él/ella lo/a controla a usted mediante su patología.

    Su generosidad incondicional a veces puede prevenir que él muestre su verdadero ser, y que usted tenga oportunidad de sanar.

    Es imposible tener una relación con un/a narcisista que sea de importancia para el/la narcisista.

    Seguir adelante

    Para preservar la salud mental, uno debe abandonar al narcisista. Uno debe seguir adelante.
    Seguir adelante es un proceso, no una decisión, ni un evento. Primero, uno tiene que reconocer y aceptar la dolorosa realidad. Esa aceptación es una serie de pensamientos que nos corroen, volcánicos, aplastantes, agonizantes. Una vez que la batalla está ganada, y la dura y dolorosa realidad es asimilada, uno puede seguir adelante con la fase de aprendizaje.

    Aprender

    Ponernos etiquetas. Nos educamos a nosotros mismos. Comparamos experiencias. Las asimilamos. Tenemos revelaciones.

    Entonces, decidimos y actuamos. Esto es "seguir adelante". Habiendo reunido suficiente sustento emocional, conocimiento, apoyo y confianza, enfrentamos las batallas de nuestras relaciones, fortalecidos y nutridos. Esta etapa caracteriza a quienes no hacen duelo- sino que luchan, no se acongojan- sino que realimentan su autoestima, no se esconden-sino que buscan, no se paralizan-sino que siguen adelante.

    Hacer duelo

    Habiendo sido traicionados y maltratados, hacemos duelo. Lo hacemos por la imagen que teníamos del traidor y abusador, imagen que fue tan fugaz, y tan equivocada. Lloramos el daño que nos hizo. Experimentamos el miedo de no volver a ser capaces de amar o confiar de nuevo-y lloramos esta pérdida. De un plumazo, perdimos a alguien en quien confiábamos e incluso amábamos, perdimos nuestro ser interno amoroso y confiable y perdimos la confianza y el amor que sentíamos. ¿Puede algo ser peor?

    El proceso emocional del duelo tiene varias fases.

    Al principio estamos estupefactos, conmocionados, inertes, inmóviles. Nos hacemos los muertos para evitar a nuestros demonios interiores. Estamos osificados en nuestro dolor, fundidos en el molde de nuestra reticencia y nuestros miedos.

    Entonces nos sentimos enfurecidos, indignados, rebeldes y llenos de odio. Entonces aceptamos, entonces lloramosY entonces-algunos de nosotros- aprendemos a perdonar y a sentir pena. Y eso se llama sanar.

    Todas las etapas son absolutamente necesarias y buenas para usted. Lo que es malo es no enfurecerse, no sentir vergüenza de aquellos que nos avergonzaron, lo malo es la negación, el fingir que no pasó nada, evadirse. Pero es igualmente malo permanecer fijados en nuestra furia. El duelo permanente es perpetuar el abuso al que fuimos sometidos, por otros medios.

    Al recrear interminablemente nuestras horrorosas experiencias, sin quererlo colaboramos con nuestro abusador, perpetuando sus actos malignos. Es al seguir adelante que derrotamos a nuestro maltratador, minimizándolo y a su importancia en nuestras vidas. Es al amar y confiar de nuevo que anulamos aquello que nos fue hecho. Perdonar nunca es olvidar. Pero recordar no es necesariamente volver a pasar por esa misma experiencia.

    Perdonar y Olvidar

    Perdonar es una habilidad importante. Hace más por el que perdona que por el perdonado. Pero no debería ser un comportamiento universal, indiscriminado. Es legítimo no perdonar a veces. Depende, por supuesto, de la severidad o duración de lo que nos fue hecho.

    En general, es imprudente y contraproducente aplicar en la vida principios "universales" e "inmutables". La vida es demasiado caótica para sucumbir a rígidos edictos. Las frases que comienzan con "Yo nunca" o "Yo siempre" no son muy creíbles y a menudo llevan a comportamientos derrotistas, auto-restrictivos y autodestructivos.

    Los conflictos son una parte importante e integral de la vida. Uno nunca debería buscarlos, pero cuando confrontado con un conflicto, uno no debería evitarlo. Es tanto a través de conflictos y adversidades como a través del cuidado y el amor que crecemos.

    Las relaciones humanas son dinámicas. Debemos evaluar nuestras amistades, sociedades, incluso nuestros matrimonios, periódicamente. Por sí mismo, un pasado en común en insuficiente para sostener una relación saludable, que nos nutra, nos apoye, nos cuide y que sea compasiva. Los recuerdos en común son una condición necesaria pero no suficiente. Debemos ganar y volver a ganar nuestras relaciones todos los días. Las relaciones humanas son una prueba constante de lealtad y empatía.

    Permanecer amigos con el narcisista

    ¿Podemos actuar civilizadamente y permanecer amigos con nuestro/a ex narcisista?

    Nunca olvide que los narcisistas (los narcisistas hechos y derechos) son agradables y amigables solo cuando:


    1.     Quieren  algo de usted - Provisión Narcisista, ayuda, apoyo, votos, dinero....Preparan el terreno, lo/a manipulan a usted y luego vienen con "el pequeño favor" que necesitan o le preguntan abiertamente o subrepticiamente por Provisión Narcisista ("¿Qué te pareció mi actuación..."? , "¿Realmente crees que merezco el Premio Nobel?")
    2.     Se sienten amenazados y quieren neutralizar la amenaza ahogándola con bromas rebosantes.
    3.     Han recibido una sobredosis reciente de Provisión Narcisista y se sienten magnánimos y magnificentes, ideales y perfectos. Mostrar magnanimidad es una forma que tiene él/la narcisista de alardear de sus impecables credenciales divinas. Es un acto de grandiosidad. Usted es un puntal irrelevante en este espectáculo, un mero receptáculo del desbordante, auto-satisfecho amor ciego del narcisista hacia su Falso Yo.  

    Esta beneficencia es transitoria. Las víctimas perpetuas a menudo tienden a agradecer al narcisista por estas "pequeñas honras". Este es el Síndrome de Estocolmo: los rehenes tienden a identificarse emocionalmente con sus captores en vez de con la policía. Les estamos agradecidos a nuestros abusadores y atormentadores por cesar sus horribles actividades y permitirnos respirar por un momento. 


    12. ¿Cuándo es el momento indicado para pasar a la siguiente etapa de una relación, el dormitorio? ¿Qué precauciones debería la gente tomar antes? ¿Qué consejo tiene usted con respecto al sexo?

    R. Cuanto antes, mejor. Si él le parece un buen "candidato", si ella le parece una pareja potencial, es tiempo de verificarlo. La incompatibilidad sexual es la razón para la mayoría de las rupturas y divorcios. Mejor resolver este asunto antes de que la relación se transforme en algo serio. Si usted lo encuentra sexualmente repulsivo; si usted la encuentra falta de imaginación o frígida; si lo encuentra torpe e irritante; si la encuentra mecánica o dominante- mejor poner fin a eso ahora, antes de que se comprometan y se enreden emocionalmente. 

    Por supuesto, todas las precauciones aplican: reúna información sobre su posible compañero/a de sus amigos, familia y colegas; insista en sexo seguro y protegido; deje claro, por anticipado, lo que usted está dispuesto/a a hacer y dónde traza la línea. Pero, hágalo ahora, antes de que sea demasiado tarde. Descubra si son una pareja real en la cama, tanto como fuera de ella. 



    ¿Cómo puedo confiar de nuevo?

    Nuestra tendencia natural es confiar porque, como niños, confiamos en nuestros padres. Se siente bien poder realmente confiar. También es un componente esencial del amor y por lo tanto una prueba importante.
    Amor sin confianza es dependencia enmascarada como amor. 

    Debemos confiar, es casi biológico. La mayor parte del tiempo, confiamos. Confiamos que el Universo se comporte de acuerdo a las leyes de la física, que los soldados no se vuelvan locos y nos disparen, que nuestros seres cercanos y queridos no nos traicionen. Cuando nuestra confianza es quebrada, sentimos como si una parte de nosotros hubiese muerto y se hubiese ahuecado. 

    No confiar es anormal y es el resultado de experiencias de vida amargas e incluso traumáticas. No confiar o confiar con renuencia es inducido no por nuestros pensamientos, no por nuestras maquinaciones, sino por las tristes circunstancias de la vida. Continuar con esa falta de confianza es recompensar a la gente que nos hizo mal y que nos volvió desconfiados. Esa gente nos abandonó hace rato y sin embargo aún tiene una gran, maligna influencia en nuestras vidas. Esa es la ironía de ser desconfiado con otros. 

    Por lo tanto, algunos de nosotros prefieren no experimentar ese sentimiento semejante a hundirse cuando nuestra confianza ha sido violada. Alguna gente elige no confiar y de ese modo evitar la desilusión. Esto es tanto una falacia como una locura. Confiar descarga una enorme cantidad de energía mental, la cual es más productiva invertida en algún otro lugar. Pero la confianza -como los cuchillos- puede ser peligrosa para su salud si se la usa inapropiadamente. 

    Recuerde que usted debe saber en QUIÉN confiar, tiene que aprender CÓMO confiar y tiene que saber CÓMO CONFIRMAR la existencia de confianza mutua.





    Aviso de copyright

    Este material está registradoSe permite el uso gratuito y sin restricciones de forma no comercial.
    El nombre del autor, Sam Vaknin,  y un enlace a este sitio web deben ser incorporados en cualquier tipo de reproducción de los materiales para cualquier uso y por cualquier medio.

    La mente del Maltratador

    Comentario Importante

    La mayoría de los maltratadores (abusadores) son hombres. Así y todo, algunos son mujeres. Utilizamos los pronombres y adjetivos para designar a ambos sexos: masculino y femenino según sea el caso.


    Lo que sigue son los conceptos, traducidos del inglés al español, que Sam Vaknin, el autor de " Maligno amor a uno mismo-Narcisismo Revisado", ha vertido al respecto.


    Para embarcarnos en nuestra exploración de la mente del maltratador necesitamos primeramente acordar una taxonomía de comportamientos abusivos. Observar metódicamente el abuso es la manera más segura de conocer a los perpetradores.


    Los maltratadores aparentan sufrir de disociación (personalidad múltiple). En su casa, son monstruos sofocantes e intimidatorios. De puertas para afuera son maravillosos, se preocupan por los demás, son generosos y son pilares admirados de su comunidad. ¿Por qué esta duplicidad?


    Es parcialmente premeditada y dirigida a encubrir los actos del abusador. Más importante aún, refleja su mundo interior, en el cual las víctimas son solo representaciones bidimensionales, objetos, desprovistos de emociones y necesidades, o meras extensiones del Yo del abusador. Por lo tanto, para la mente del maltratador, sus presas no ameritan tratamiento humano, y tampoco le provocan empatía.


    Típicamente, el maltratador tiene éxito en convertir a su víctima a su manera de ver el mundo. La víctima - y sus victimarios - no se dan cuenta de que hay algo equivocado en la relación misma. Esta negación es común y lo permea todo. También permea otras esferas de la vida del abusador. Estas personas son usualmente narcisistas- empapados en fantasías grandiosas, divorciados de la realidad, embriagados con su Yo Falso, consumidos por sentimientos de omnipotencia, omnisciencia, derecho y paranoia.


    Contrariamente a los estereotipos, tanto el abusador como su víctima sufren de disturbios en la regulación de su sentido de su valor personal. Baja autoestima y falta de auto confianza transforman al abusador- y a su Yo confabulado - en vulnerable a las críticas, desacuerdos, exposición, y adversidad - real o imaginada-.


    El maltrato está creado en el miedo - miedo de recibir burlas o ser traicionado, inseguridad emocional, ansiedad, pánico y aprehensión. Es un último esfuerzo para ejercer control - por ejemplo, sobre la esposa de uno - por medio de "anexarla", "poseerla" y "castigarla" por ser una entidad separada, con sus propios límites, necesidades, sentimientos, preferencias y sueños.


    En su tomo seminal, "La relación verbalmente abusiva", Patricia Evans lista las varias formas de manipulación que juntas constituyen abuso verbal y emocional (psicológico).


    Retener la palabra (el tratamiento silencioso), contraatacar (refutar o invalidar las acciones y dichos de la esposa/o), descartar (dejar a un lado sus emociones, posesiones, experiencias, esperanzas y miedos), humor brutal y sádico, bloquear (evitar un intercambio significativo, desviar la conversación, cambiar de tema), culpar y acusar, juzgar y criticar, menoscabar y sabotear, amenazar, injuriar, olvidar y negar, dar órdenes, negación, y cólera abusiva.

    A estos podemos añadirles:

    Honestidad "brutal", ignorar, sofocar, salpicar ( con comentarios hirientes o denigrantes), expectativas poco realistas, invasión de la privacidad, falta de tacto, abuso sexual, maltrato físico, humillar, avergonzar, insinuar, mentir, explotar, devaluar y descartar, ser impredecible, reaccionar desproporcionadamente, deshumanizar, tratar como objeto, abusar de la confianza y de la información íntima de la persona, maquinar situaciones imposibles, controlar a través de otros y maltrato en el ambiente, (como algo cotidiano y a la vez difuso).


    En su exhaustivo ensayo "Comprendiendo al golpeador en las disputas por custodia y visitas", Lundy Bancroft observa:


    "A causa de las percepciones distorsionadas que el maltratador tiene de los derechos y responsabilidades en las relaciones, él se considera a sí mismo la víctima. Los actos de auto defensa por parte de la mujer golpeada o de los niños, o los esfuerzos que hacen por defender sus derechos, él los define como agresiones CONTRA él. Usualmente es muy hábil para torcer sus descripciones de los hechos, para crear la convincente impresión de que él ha sido victimizado. De este modo, acumula agravios durante el transcurso de la relación en la misma medida en que lo hace la víctima, lo cual puede llevar a los profesionales a decidir que los miembros de la pareja "se maltratan mutuamente" y que la relación ha sido "mutualmente dañosa".


    Sin embargo, cualquiera sea la forma de maltrato y crueldad, la estructura de la interacción y los roles jugados por la víctima y el maltratador son los mismos. Identificar estos patrones - y cómo son influenciados por las normas, valores y creencias culturales y sociales prevalecientes - es un primer e indispensable paso hacia el reconocimiento del abuso, hacerle frente y aminorar sus inevitables y agonizantemente dolorosas consecuencias.


    Una lectura crítica del ensayo de R. Lundy Bancroft "Comprendiendo al golpeador en las disputas por custodia y visitas" (1998).


    El ensayo de Lundy es de lectura indispensable para aquellos que se encuentren en la angustia de los procedimientos de la separación, divorcio o custodia.

    Increíblemente, Bancroft falla en identificar al narcisismo patológico cuando se encuentra con él. De manera asombrosa - y predecible - la palabra "narcisismo" no es mencionada ni una sola vez en un larguísimo texto sobre abuso.

    Él concluye:

    "Aunque un porcentaje de golpeadores tiene problemas psicológicos, la mayoría no los tiene. Usualmente se piensa que poseen baja autoestima, alta inseguridad, personalidades dependientes, u otros resultados de heridas infantiles, pero de hecho los golpeadores son un punto de intersección de la población con respecto a su maquillaje emocional."

    Sigue el perfil, en el mismo artículo, que Bancroft muestra de un maltratador típico.


    ¿No parece la descripción de narcisista maligno? Si lo parece, es correcto. Bancroft, poco inteligentemente, ¡describe un narcisista al pie de la letra! Sin embargo, está totalmente ciego frente a ese hecho. Esta falta de consciencia de quienes se dedican a la salud mental es común. A menudo diagnostican mal el narcisismo patológico.

    El perfil de Bancroft de un abusador típico (de hecho, el de un narcisista maligno).

    "El golpeador es controlador; insiste en tener la última palabra en discusiones y en decisiones, él probablemente controle cómo se gasta el dinero de la familia, pudiendo formular reglas para la víctima sobre sus movimientos y contactos personales, como prohibirle usar el teléfono o ver a ciertos amigos.

    Es manipulador, engaña a la gente dentro y fuera de su propia familia acerca de su conducta abusiva, tuerce las discusiones para hacer creer a las otras personas que están equivocadas, y se vuelve una persona dulce y sensible por largos períodos de tiempo cuando siente que eso le puede ser útil. Su imagen pública usualmente contrasta agudamente con su realidad privada.

    Se cree con derecho, considera que tiene derechos especiales y privilegios que no son aplicables a otros miembros de la familia. Cree que sus necesidades deberían ser la prioridad de su familia, y que todos deberían enfocarse en mantenerlo feliz. Típicamente, cree que es su prerrogativa determinar cuándo y cómo van a suceder las relaciones sexuales, y le niega a su compañera el derecho a rehusarse (o a iniciar) la actividad sexual. Cree que las tareas de la casa y el cuidado de los niños deberían ser hechos para él, y cualquier contribución que él haga a ese respecto debería ganarle aprecio y deferencia. Es altamente demandante.

    Es irrespetuoso; considera a su compañera menos competente, sensible e inteligente que él, a menudo tratándola como si fuera un objeto inanimado. Comunica su sentido de superioridad en la casa de varias maneras diferentes.

    El principio unificador es su actitud de propiedad. El golpeador cree que una vez que estás comprometida en una relación con él, perteneces a él. Esta posesividad en golpeadores es la razón por la cual las muertes de mujeres golpeadas ocurren comúnmente cuando las víctimas están intentando abandonar la relación; un golpeador no cree que su compañera tenga el derecho de terminar la relación hasta que él está preparado para terminarla.

    A causa de la percepción distorsionada que él tiene de los derechos y responsabilidades en las relaciones, se considera a sí mismo como la víctima. Los actos de auto defensa por parte de la mujer golpeada o sus niños, o los esfuerzos que hacen para defender sus derechos, los define como agresión hacia él. A menudo es muy hábil en torcer su descripción de los hechos para crear la convincente impresión de que él ha sido victimizado. De este modo acumula resentimientos a lo largo de la relación al mismo tiempo que la víctima lo hace, lo cual puede llevar a los profesionales a decidir que los miembros de la pareja "se maltratan mutuamente" y que la relación ha sido "mutuamente dañina".

    Al parecer, el CONTROL es el problema, no la VIOLENCIA.

    Bancroft escribe:

    "Una proporción significativa de golpeadores que fueron requeridos a asistir a asesoramiento (counseling) a causa de su condena criminal han sido violentos solo de una a cinco veces en la historia de la relación, incluso según el testimonio de la propia víctima. Sin embargo, las víctimas en estos casos reportan que la violencia ha tenido serios efectos en ellas y en sus hijos, y que los patrones de comportamiento de control y falta de respeto que acompañan estas conductas sirven para negar los derechos de los demás miembros de la familia y causan traumas. 

    Por lo tanto, la naturaleza del patrón de crueldad, intimidación y manipulación es el factor crucial para evaluar el nivel de abuso, no solo la intensidad y frecuencia de la violencia física. En mi década de trabajar con abusadores, abarcando más de mil casos, casi nunca encontré un cliente cuya violencia no estuviera acompañada de un patrón de abuso psicológico.

    El deseo de control de un maltratador casi siempre se intensifica cuando siente que la relación se le escapa de las manos. Tiende a enfocarse en la deuda que él siente que la víctima tiene con él, y en la furia al ver que ella se independiza."

    DERECHO vs. NECESIDAD

    Bancroft dice:

    "La mayoría de los golpeadores no tienen una descomunal necesidad de control, sino que sienten un descomunal derecho a controlar bajo circunstancias familiares y de pareja."


    Pero la distinción que Bancroft hace entre necesidad y derecho es espuria. Si tú sientes que tienes derecho a algo, de manera concomitante también sientes la necesidad de tener tu derecho asegurado, aceptado, y reforzado.


    Si alguien viola tus derechos, te sientes frustrado y enojado porque tu necesidad de que tus derechos sean respetados y reforzados no se ha cumplido.


    También estoy en fuerte desacuerdo con Bancroft- como lo hace una gran parte de los investigadores -que el control no puede estar limitado al hogar. ¡Un controlador es un controlador en cualquier lugar! El control, sin embargo, se manifiesta en una miríada de formas. Obsesionarse, actuar compulsivamente, y ser demasiado inquisitivo son todas formas de practicar el control.


    Algunas veces el comportamiento controlador es muy difícil de identificar: una madre asfixiante, o que salpica (con comentarios hirientes o denigrantes), un amigo que continúa "guiándote", un vecino que compulsivamente saca tu basura...


    Esto es exactamente lo que los acosadores hacen. No pueden conseguir a alguien que se comprometa con ellos en una relación (real o imaginaria). Entonces ellos proceden a "controlar" al renuente compañero por medio de acoso, amenazas, o invadiendo su vida.


    Desde afuera, es casi imposible identificar muchos de estos comportamientos como control abusivo.


    CULTURA VS. CRIANZA


    Bancroft observa que "...el comportamiento golpeador es sobre todo derivado de la cultura más que de la psicología del individuo..." 


    La cultura y la sociedad sí juegan un rol importante, como yo digo en este artículo:


    "El maltratador puede ser funcional o disfuncional, un pilar de la sociedad, o un peripatético artista del disfraz, rico o pobre, joven o viejo. No hay un perfil universalmente aplicable del "maltratador típico".

    Y en este otro:


    "Abuso y violencia cruzan barreras geográficas y culturales y estratos sociales y económicos. Es común entre los ricos y los pobres, los bien educados y los no tanto, los jóvenes y los de mediana edad, citadinos y campesinos. Es un fenómeno universal."

    Pero aún así, es equivocado atribuir comportamiento abusivo exclusivamente a un conjunto de parámetros (psicológico) u otro (socio-cultural). La mezcla de ambos es lo que cuenta.

    Lundy Bancroft acerca de los golpeadores, David Hare sobre el tema de la psicopatía (y, modestamente, yo mismo sobre el tema del narcisismo patológico) representan una raza de desclasados, rechazados por los "expertos" y "profesionales" en sus campos. Pero ambos son, en mi mente, autoridades. Su experiencia es invaluable. Si son buenos en la construcción de teorías y en la generalización de sus experiencias es un tema totalmente diferente. Su contribución es principalmente fenomenológica, no teórica.

    La Intimidación como arte, el Abuso como artesanía.

    Haga clic aquí para ver el video

    Los intimidadores psicópatas y los maltratadores se consideran a sí mismos como artistas: su intimidación es una forma perfeccionada de arte y su abuso el epítome del artesanado. Están orgullosos de sus "logros" y alegremente cuentan instancias de abuso y dolor infligidas a sus víctimas. Hay un fulgor en los ojos del narcisista psicópata cuando describe el desamparo de sus blancos, los fallidos intentos por librarse a sí mismos, las trampas colocadas a cada paso, y el miedo que inspira al tiempo que su presa sucumbe.

    En la paleta del psicópata hay varios colores primarios:

    I. Maltrato abierto.

    El maltrato abierto y explícito de otra persona. Amenazar, coercionar, golpear, mentir, menoscabar, castigar, insultar, humillar, explotar, ignorar ("el tratamiento silencioso"), devaluar, descartar sin ninguna ceremonia, maltratar verbal, física y sexualmente son todas formas de maltrato abierto.

    II. Maltrato encubierto o controlador.

    El maltrato (o abuso) es casi enteramente acerca del control.  Es a menudo una reacción primitiva e inmadura a circunstancias de vida en las cuales el maltratador (a menudo en su niñez) se encontraba indefenso. Se trata de reformular y reafirmar la propia identidad, restableciendo la predictibilidad, dominando al medio ambiente-humano y físico.


    El grueso de los comportamientos abusivos puede rastrearse a esta reacción de pánico por la remota posibilidad de pérdida de control. Muchos maltratadores son hipocondríacos (y pacientes difíciles) porque tienen miedo de perder control sobre su cuerpo, la manera en que este se ve y su apropiado funcionamiento. Son obsesivo-compulsivos en un esfuerzo por controlar su hábitat físico y volverlo predecible. Acechan y acosan gente como modo de estar "en contacto" - otra forma de control.


    Para el maltratador, nada existe fuera de él. Sus seres cercanos son extensiones, objetos internos, asimilados - no externos. Por lo tanto, perder control sobre un ser cercano es equivalente a perder control sobre una extremidad, o sobre el cerebro de uno. Es aterrorizante.


    La gente independiente o desobediente evoca en el maltratador el darse cuenta de que algo está mal en su visión del mundo, que él no es el centro del mundo, ni la causa del mismo, y que él no puede controlar lo que, para él, son representaciones internas.


    Para el abusador, perder el control es perder la razón. Porque otras personas son meros elementos en su mente, el no poder manipularlos literalmente significa no poder controlar su mente. Imagine si de pronto usted descubriera que no puede manipular sus recuerdos, o controlar sus pensamientos. ¡Pesadillesco!


    En sus frenéticos esfuerzos por mantener el control o re asegurarlo, el maltratador recurre a una miríada de diabólicas e inventivas estratagemas y mecanismos. Aquí presentamos una lista parcial de los mismos:


    La imprevisibilidad y la Incertidumbre (refuerzo intermitente)

    El maltratador actúa imprevisible, caprichosa, inconsistente e irracionalmente. Esto sirve para hacer que los demás dependan de cada giro que el maltratador pueda llegar a tomar, su próximo e inexplicable capricho, su próximo estallido, negación o sonrisa.


    El maltratador se encarga de asegurar que ÉL es el único elemento estable en las vidas de sus seres cercanos, destruyendo el resto de su mundo a través de este comportamiento aparentemente insano. Perpetúa su estable presencia en sus vidas - por medio de la desestabilización que provoca en las mismas.


    Reacciones Desproporcionadas

    Una de las herramientas favoritas de manipulación en el arsenal del maltratador es la desproporcionalidad de sus reacciones. Reacciona con ira suprema al más leve desaire. O castigará severamente por lo que él percibe como una ofensa contra él, sin importar cuán menor sea. O lanzará una rabieta a la menor contrariedad o desacuerdo, sin importar cuán gentil y consideradamente sea expresado. O actuará desmesuradamente atento, encantador y tentador (sexualmente obsesionado, si es necesario).


    Este siempre cambiante código de conducta y las extraordinariamente severas sanciones son premeditados. Las víctimas son mantenidas en la oscuridad. Necesidad y dependencia de la fuente de "justicia", así como el juicio mismo son traspasados al maltratador, quien de este modo sale airoso.


    Deshumanización y Objetivización

    La gente tiene necesidad de creer en las habilidades de empatía y en el básico buen corazón de los demás. Al deshumanizar y objetivizar a las personas, el abusador ataca los cimientos de la interacción humana. Este es el aspecto "ajeno" de los maltratadores: podrán ser excelentes imitaciones de adultos totalmente formados, pero son emocionalmente ausentes e inmaduros.

    El maltrato es tan horrible, tan repulsivo, tan fantasmagórico, que la gente retrocede aterrorizada. Es entonces, con sus defensas totalmente bajas, cuando son más susceptibles y vulnerables al control del maltratador.  El abuso físico, psicológico, verbal y sexual son todas formas de deshumanización y objetivización.


    Abuso de Información

    Desde los primeros momentos de encuentro con otra persona, el abusador está al acecho. Recolecta información. Cuanto más conoce sobre su potencial víctima, más es capaz de coercionar, manipular, encantar, extorsionar, o convertir para "su causa". El abusador no duda en emplear la información que obtuvo, independientemente de su naturaleza íntima o de las circunstancias en las cuales la obtuvo. Esta es un arma poderosa en su arsenal.


    Situaciones Imposibles

    El abusador ingenia situaciones imposibles, peligrosas, impredecibles, sin precedentes, o en las cuales él es altamente requerido. Se asegura de que su conocimiento, sus habilidades, sus conexiones, o sus particularidades son las únicas aplicables y las más útiles en las situaciones que él mismo forjó. Genera su propia indispensabilidad.


    III. Control y maltrato por proxy

    Si todo lo demás falla, el maltratador recluta amigos, colegas, compañeros, miembros de la familia, las autoridades, instituciones, vecinos, la prensa, maestros - o sea, terceras partes - para llevar a cabo sus órdenes. Los usa para acorralar, obligar, amenazar, acechar, ofrecer, retraer, tentar, convencer, hostigar, comunicar y manipular a su blanco. Controla estos desprevenidos instrumentos exactamente como planea controlar su presa definitiva. Emplea los mismos mecanismos y recursos. Y abandona sus apoyos nada ceremoniosamente cuando el trabajo ha concluido.


    Otra forma de control por proxy es ingeniar situaciones en las cuales el maltrato es infligido a otra persona. Estos cuidadosamente armados escenarios de humillación y bochorno provocan sanciones sociales (condena, oprobio, o incluso castigo físico) contra la víctima. La sociedad, o un grupo social, se transforman en un instrumento del abusador.


    IV. Maltrato en el ambiente y "gaslighting"

    (Nota del Traductor: el término "gaslighting" remite a un ambiente con luz difusa, como la que antiguamente generaba la luz por gas. Es el ambiente que genera el maltratador, retaceando, distorsionando información. Esta poca visibilidad permite que tenga a su víctima en las sombras, sin saber muy bien lo que ocurre).

    La promoción, difusión y el fortalecimiento de una atmósfera de miedo, intimidación, inestabilidad, imprevisibilidad e irritación. No hay acciones de abuso explícito rastreable, ni acciones de control manipulativo. Sin embargo, un fastidioso sentimiento está presente, una desagradable anticipación, una premonición, un mal augurio. Esto es a veces llamado "gaslighting".


    A la larga, tal ambiente erosiona el sentido de la auto estima y del valor propio de la víctima. La confianza en sí misma recibe una profunda sacudida. A menudo, la víctima adopta una actitud paranoide o esquizoide y por lo tanto se expone a sí misma aún más a las críticas y los juicios de valor. Los roles de este modo se revierten: la víctima es considerada mentalmente enferma y el abusador un alma sufriente.


    Apéndice: Una clasificación de comportamientos abusivos

    La conducta abusiva no es un fenómeno uniforme, homogéneo. Brota y emana de múltiples fuentes y se manifiesta en una miríada de formas. A continuación se muestran algunas distinciones útiles que se relacionan con el maltrato y que podrían servir como principios organizativos, taxonómicos (tipologías dimensionales) en una especie de matriz.


    1. Abuso Abierto vs. Encubierto

    Abuso abierto es la abierta y explícita, fácilmente discernible, clara manera de abusar de otra persona de cualquier manera (verbal, física, sexual, financiera, psicológica-emocionalmente, etc).

    Abuso encubierto gira alrededor de la necesidad del maltratador de afirmar y mantener control sobre su víctima. Puede presentarse de muchas maneras, no todas las cuales son evidentes ni inequívocas.


    2. Abuso Explícito vs Sigiloso o abuso ambiental (Gaslighting)

    Una distinción más útil, por lo tanto, es la que se da entre explícito (manifiesto, obvio, indiscutible, fácilmente observable aún por un espectador o interlocutor casual) y sigiloso (o de ambiente) también conocido como gaslighting.


    3. Abuso Proyectado vs. Dirigido

    El maltrato o abuso proyectado es el resultado del mecanismo de defensa de proyección del maltratador. La proyección ocurre cuando el maltratador atribuye a otro, sentimientos, características y motivos que él posee pero considera inaceptables, desconcertantes, y no ajustadas apropiadamente. De esta manera se desprende de estas características discordantes y se asegura el derecho a criticar y castigar a otros por tenerlas o demostrarlas. Tal maltrato es a menudo catártico (ver el par en la categoría siguiente).


    4. Abuso Catártico vs. Funcional

    Mientras que el par número 3 (arriba) trata sobre las raíces psicodinámicas del mal comportamiento del maltratador, el actual par de categorías trata sobre sus consecuencias. Algunos maltratadores se comportan de la forma en que lo hacen porque alivia su ansiedad, realza su inflada, grandiosa autoimagen, o "purga" impurezas e imperfecciones que ellos perciben ya sea en la víctima, o en la situación (por ejemplo, en su matrimonio). Por lo tanto, tal abuso es catártico: su finalidad es hacer sentir mejor al maltratador. El abuso proyectado, por ejemplo, es siempre catártico.


    La otra razón para maltratar o abusar a alguien es porque el maltratador quiere motivar a su víctima a hacer algo, a sentir de determinada manera, o a abstenerse de hacer algo. Este maltrato es funcional en lo que ayuda al maltratador a adaptarse a su ambiente y operar en él, aunque sea de manera disfuncional.


    5. Abuso que sigue un patrón (estructurado) vs. Al azar

    Algunos maltratadores reparten abuso todo el tiempo a quien se encuentre a su alrededor: cónyuge, hijos, vecinos, amigos, jefes, colegas, figuras de autoridades y subalternos. La conducta abusiva es la única manera que conocen para reaccionar frente a un mundo que consideran hostil y explotador. Sus comportamientos están profundamente enraizados, son rígidos, ritualistas, y estructurados.


    Otros maltratadores son menos predecibles. Son explosivos e impulsivos. Tienen un problema con el manejo de la ira. Responden con rabietas a las heridas narcisistas y a los desaires, reales o imaginados (ideas de referencia). Estos maltratadores aparentan golpear "de la nada", de modo caótico y azaroso.


    6. Abuso Monovalente vs. Polivalente

    El abusador monovalente abusa solo a una persona, repetida, viciosa y concienzudamente. Tales abusadores perpetran sus actos en ubicaciones o marcos bien definidos (por ejemplo, en el hogar, o en su trabajo). Se toman el trabajo de esconder sus horribles actos y presentan un rostro socialmente aceptable (o mejor dicho, una fachada) en público. Sus actos son conducidos por el deseo de aniquilar al objeto de su maltrato, o la fuente de su frustración y de su envidia patológica.


    En contraste, el maltratador polivalente esparce su red ampliamente y tan lejos como alcanza, y no "discrimina" al elegir su presa.  Es un maltratador parejo, con múltiples víctimas, las cuales, a menudo, tienen poco en común. Raramente se preocupa con las apariencias, y se considera a sí mismo por arriba de la Ley. Desprecia a todo el mundo, pero sobre todo a las figuras de autoridad. Es usualmente antisocial (psicópata) y narcisista.


    7. Abuso Característico (estilo personal) vs. Atípico

    El abuso está en relación al estilo personal de la mayoría de los maltratadores que siguen un patrón, o estructurados, (ver el punto 5 arriba).
    El comportamiento degradante, injurioso, humillante, y ofensivo es su modus operandi, su reacción reflexiva ante el estimulo, y su credo. 

    Los maltratadores "al azar" actúan normativamente y "normalmente" la mayor parte del tiempo. Esta conducta abusiva es una aberración, una desviación, y percibida por sus seres cercanos como atípica y aún shockeante.


    8. Abuso Normativo vs. Desviado

    Todos nosotros maltratamos a otros de tanto en tanto. Algunas reacciones abusivas están dentro de las normas sociales y no son consideradas indicadoras de una personalidad patológica, o de una anomia socio-cultural. En ciertas circunstancias, el maltrato como reacción está permitido y tenido como social y saludablemente recomendable.


    Aún así, la gran mayoría de los comportamientos abusivos debería ser considerada como desviada, patológica, antisocial y perversa.


    Es importante distinguir entre maltrato normativo y desviado. Una falta total de agresión es tan poco saludable como lo contrario. El contexto cultural es crucial para determinar cuándo alguien cruza la línea y se transforma en un maltratador.

    Aviso de copyright

    Este material está registradoSe permite el uso gratuito y sin restricciones de forma no comercial.
    El nombre del autor, Sam Vaknin,  y un enlace a este sitio web deben ser incorporados en cualquier tipo de reproducción de los materiales para cualquier uso y por cualquier medio.