lunes, 17 de noviembre de 2014

Diferencias entre hombres y mujeres narcisistas

Lo que sigue son los conceptos, traducidos del inglés al español, que Sam Vaknin, el autor de " Maligno amor a uno mismo-Narcisismo Revisado"ha vertido al respecto.


Las mujeres narcisistas no son diferentes de sus contrapartes masculinas en lo que a su psicodinámica se refiere.


Pero la mayoría de ellas derivan su Provisión Narcisista de personas y objetos asociados con sus roles de genéro tradicionales: hogar, familia, hijos, y femineidad/sexualidad.


Pregunta: Usted sigue escribiendo acerca de narcisistas varones. ¿Hay alguna diferencia entre narcisistas hombres y narcisistas mujeres?

Respuesta:

Continúo utilizando en mis escritos la tercera persona del singular en masculino ("él") porque la mayoría de los narcisistas (75%) son hombres y porque hay muy poca diferencia entre unos y otros.

En la manifestación de su narcisismo, tanto hombres como mujeres, inevitablemente, tienden a diferir. Enfatizan diferentes cosas. Transforman diferentes elementos de sus personalidades y tejen diferentes hebras de sus vidas en los rincones de su desorden. Al hacerlo, ambos se conforman a estereotipos culturales, roles de género y expectativas sociales.

Las mujeres, por ejemplo, se concentran en su cuerpo (muchas también sufren desórdenes de la alimentación: Anorexia Nervosa y Bulimia Nervosa). Hacen alarde y explotan sus encantos físicos, su sexualidad, su cultural y socialmente determinada femineidad. En su forma extrema, esto se conoce como trastorno histriónico de la personalidad.

Muchas narcisistas aseguran su provisión narcisista a través de roles de género más tradicionales: su casa, hijos, carreras acordes, sus maridos ("la esposa de..."), sus particularidades femeninas, su rol social, etc. No es ninguna sorpresa que los narcisistas, tanto hombres como mujeres, son chauvinistamente conservadores. Dependen a tal extremo de las opiniones de las personas que los rodean que, con el tiempo, se transforman en ultra sensibles sismógrafos de la opinión pública, barómetros de las costumbres sociales prevalentes y guardianes del conformismo. Los narcisistas no se pueden permitir alienar seriamente a aquellos que les reflejan su Falso Ser. La apropiada y estable en el tiempo funcionalidad de su Ego depende de la buena voluntad y la colaboración de su entorno humano.

Incluso sus comportamientos autodestructivos y autoderrotistas siguen roles masculinos y femeninos tradicionales.

Acechado y consumido por perniciosos sentimientos de culpa - más de un narcisista busca ser castigado. El narcisista auto destructivo juega el rol del "tipo malo" (o "la chica mala"). Pero incluso esta actuación está situada dentro de los roles sociales tradicionalmente adjudicados.

Para asegurar el oprobio social (léase: atención, por ejemplo, provisión narcisista) el narcisista caricaturescamente exagera estos roles. Una mujer puede catalogarse a ella misma como "prostituta" y un narcisista varón puede caracterizarse a sí mismo como "un criminal vicioso e irredento". Sin embargo, de nuevo estos son roles sociales tradicionales. Los hombres son más propensos a enfatizar intelecto, poder, agresión, dinero, o estatus social. Las mujeres tienden a enfatizar cuerpo, aspecto, atractivo, sexualidad, características "femeninas", el cuidado de la casa y de los niños -incluso mientras buscan su castigo auto masoquista.

Otra diferencia está en la manera en que reaccionan al tratamiento. Las mujeres son más capaces de buscar terapia porque son más capaces de admitir sus problemas psicológicos. Pero mientras que los hombres están menos inclinados a mostrar o a exponer sus problemas a otros (el factor "macho") no necesariamente implica que son menos inclinados a admitirlo para sí mismos. Las mujeres son también más proclives que los hombres a buscar ayuda.

Sin embargo, la primera regla del narcisismo nunca debe ser olvidada: el/la narcisista utiliza todo lo que esté disponible para obtener su Provisión Narcisista. Los niños resultan estar más apegados a una narcisista mujer porque las mujeres son todavía las proveedoras primarias de cuidados y las que dan a luz. 
Es más fácil para una mujer pensar de sus hijos como sus extensiones porque una vez ellos en verdad fueron sus extensiones físicas y porque su continuada interacción con ellos es a la vez más intensiva y más extensiva.

Esto significa que el narcisista varón es más propenso a considerar a su hijos como una molestia más que como una fuente de Provisión Narcisista redituable - especialmente al crecer y volverse ellos autónomos. Desprovista de la diversidad de alternativas disponibles para los hombres, la mujer narcisista lucha para mantener su fuente más confiable de provisión: sus hijos. A través de indoctrinación insidiosa, formación de culpa, extorsión emocional, privación y otros mecanismos psicológicos, trata de inducir en ellos una dependencia, la cual no puede ser fácilmente desentrañada.

Pero no hay diferencia psicodinámica entre hijos como fuentes de provisión narcisista, y dinero, o intelecto, o cualquier otra Fuente de Provisión Narcisista. Por lo tanto, no hay diferencia psicodinámica entre narcisistas varones y mujeres. La única diferencia está en su elección de fuentes de provisión narcisista.

Hay algunos desórdenes mentales que afectan a un sexo específico más a menudo. Esto puede tener que ver con factores genéticos, hormonales, u otra predisposición fisiológica, con condicionamientos sociales y culturales a través del proceso de socialización, y con asignación de roles a través del proceso de asignación de genéros.

Ninguno de estos aparenta estar fuertemente relacionado con la formación del narcisismo maligno.

El Desorden de Personalidad Narcisista (como opuesto, por ejemplo, al Desorden Histriónico de Personalidad o al Desorden de Personalidad Borderline, que aflijen mayormente a mujeres más que a hombres) parece conformarse a reglas sociales masculinas y al ethos que prevalece en el capitalismo. Ambición, logros, jerarquía, ferocidad, empuje, son tanto valores sociales como particularidades de los narcisistas varones. Pensadores sociales como Lasch especularon que la cultura moderna de los Estados Unidos de América - narcisista y centrada en el propio ser - ha incrementado la tasa de incidencia del Desorden de Personalidad Narcisista.

Como observó Kernberg: "Lo que yo estoy dispuesto a decir es que la sociedad puede hacer parecer anormalidades psicológicas serias, que ya existen en algún porcentaje de la población, como al menos superficialmente apropiadas".


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